domingo, 2 de marzo de 2008

Sobre el confort o la increible estupidez humana

En medio de debates sobre la sostenabilidad, cuotas pactadas de emisión de CO2, debates sobre cambios climáticos y verdades cómodamente televisadas, seguimos nuestro día a día sentándonos a contemplar el nuevo circo de políticos, entidades públicas y empresas que, se han visto obligados a disponer de un programa, un plan, un sello que confirme lo comprometidos que están an te el medio ambiente.
Mientras tanto, en ese día a día, me sorprenden momentos de lucidez, y me quedo, como esta tarde mirando a dos objetos de consumo habitual, terminado en una simple conclusión: "Pero...todo esto es un paripé".
Se trata del cepillo de dientes y las cuchillas más baratos del Mercadona, no sin disponer de: empuñaduras "ergonómicas" revestidas en goma "antideslizantes"; cedras de diferentes longitudes para supuestamente adaptarse a los huecos interdentales; base de estabilidad para apoyarlo sobre un plano; banda que lubrifica la piel a la vez que uno se afeita enriquecido con Vitamina E; indicadores de color que me indican el momento adecuado para cambiar de cepillo...


Me gustaría no ser la única persona que es capaz de darse cuenta de lo absurdo de todo el asunto. Tuve el enorme privilegio de asistir a una clase de Carlos Flores en la que reparaba sobre el comodidad: "Somos unos viciosos del confort", decía mientras daba paso a una de sus diapositivas de formato grande", el problema es que con el confort no hay límite. Para estos dos ancianos del Pirineo confort era este banco de piedra en su fachada sur que recogía los últimos rayos de luz de valle, y que a la par permanecía caliente por la gran cantidad de masa que posee el granito sobre el que están sentados... hoy en día ya no se puede hablar de confort en Pirineos si no dispone de jacuzzi..."

Se define como confort como aquello que produce bienestar o comodidad, y me pregunto que usuario busca o demanda un mango ergonómico, una super adherencia en la empuñadura o ese fantástico baño lubrificante enriquecido con vitamina E.

Mientras nuestro consumo diario crezca a tales niveles de estupidez no se presagia nada bueno para nuestro medio ambiente.

sábado, 1 de marzo de 2008

Intro

Comienzo este blog, sin ánimo de convertirse en una jaula ni de engancharme a él, y convertirme en un escalvo de las publicaciones.
No tengo intención de que tampoco se me enganche nadie a mis publicaciones, ni en enviar a diestro y siniestro, torturando a mis colegas para demostrar lo ingenioso (mas bien todo lo contrario) de mis reflexiones y trucos.
No. Solo pretendo que caiga la breva de vez en cuando de que alguien caiga por sorpresa en mi blog, quien sabe, si buscando en google o por error, y de pronto, se le ocurra probar o reparar en lo sencillo que puede resultar tener un ojo siempre en nuestro entorno. Un ojo que todos deberíamos tener, para no terminar de joder de una vez por todas lo poquito que nos queda.

Salud, suerte y sabed disfrutad de lo que realmente es nuestro.